Nada de lo que hacemos o decimos se pierde en el vacío. El aire está lleno del pensamiento de todos. Almafuerte. (1854-1917)

domingo, 15 de diciembre de 2013

Solidaridad. ¿Solo en Navidad?

La solidaridad forma parte de los valores innatos en el ser humano, sin ella la humanidad se habría extinguido. Pero ocurre que a veces, estamos tan inmersos en nuestro propio mundo, en nuestra casa llena de comodidades, que llegamos a pensar en un Estado, que puede cubrir las necesidades de los más desfavorecidos, y con este pensamiento nuestra conciencia queda tranquila. Será durante las fechas navideñas cuando se apela a nuestros sentimientos solidarios, y la publicidad se completa con anuncios de países que sufren desastres geográficos naturales,  sequías, etc. Con ello nos conmueven y nos inducen a colaborar económicamente para su recuperación. Son organizaciones supranacionales que se encargan de llevar los fondos donde corresponden. Eso quiero pensar y no voy a discutir estas actuaciones, pero pienso que cerca de nosotros hay personas que realmente nos necesitan y están totalmente al límite de la pobreza. Más aún, cuando contemplan a su alrededor el lujo y la ostentación de esta sociedad consumista. Creo que es a ellos hacia quién debe dirigirse nuestra caridad, palabra que se ha sustituido por solidaridad. Pues haciendo hincapié en este sentido, existen asociaciones de barrio que a falta de justicia social, promueven la solidaridad con el grupo cercano y auxilian a las familias con hijos que no tienen ni para comer. Son familias normales, en las que todos sus miembros han quedado en el  paro laboral y a veces, incluso sus hijos ya emancipados se ven obligados a regresar a la casa de los padres, ya abuelos. Esa es una triste realidad. Y estas familias tienen la costumbre de comer todos los días. El Estado apenas les deja unas migajas, en el mejor de los casos. Es la solidaridad de sus convecinos a través de la Asociación  A.M.A.M (Asociación Movimiento Altruista de Montequinto), las que hacen llegar algo de dignidad a estos hogares. Los nombres de los necesitados quedan siempre en el anonimato, solo esperando un futuro mejor.
Desde aquí les deseo mucho ánimo a los miembros de la Asociación y suerte en esa recogida de alimentos y juguetes.
(Hoy estuvieron en la cárcel de mujeres llevando alegría a los hijos de las presas y a ellas mismas.)


domingo, 10 de noviembre de 2013

El Giraldillo o El Coloso de la Fe Victoriosa

Cuando se realizó la restauración de la figura en los primeros años del 2000, tuve la ocasión de visitarla en las Reales Atarazanas donde estaba expuesta y me impactó de tal modo que decidí dibujarla a carboncillo: el que muestro.
Esta escultura está realizada en bronce fundido, mide unos tres metros y medio y pesa 128 Kilos. Es propiedad del Cabildo de la Catedral de Sevilla.
Está realizada entre 1566-68 por el fundidor Bartolomé Morel, que a pesar de comprometerse a terminarla en ocho meses tardó casi dos años. 
En cuanto al autor de la idea no se puede precisar. Si el aspecto actual del campanario se debe al arquitecto cordobés Hernán Ruiz, el cual pudo participar en la figura, sería el escultor Juan Bautista Vázquez el Viejo, quién pasó a tres dimensiones el dibujo del pintor Luis de Vargas e hizo el molde para el vaciado.
El modelo iconográfico, está basado probablemente en la versión  que hizo Marco Antonio Raimondi de la diosa griega Palas Atenea.
Una de las primeras restauraciones se realiza en  1770 cuando se sustituye  en el Giraldillo  la estructura interna original, que se encontraban corroída y mal distribuida. Esta obra fue dirigida por el arquitecto Manuel Núñez.
 En el 2003 se somete a otro proceso de restauración y es entonces cuando se exhibe en las Reales Atarazanas de Sevilla. Durante este periodo,  una réplica de la figura realizada por el escultor José Antonio Jiménez coronó  la torre campanario. Esta escultura se exhibe actualmente en el atrio de la Puerta del Príncipe de la Catedral donde no compite visualmente con la original colocada finalmente en su sitio en julio de 2005.
Pero parece ser que dicha restauración no fue del todo concluida ya que tras ocho años vuelve a oxidarse según la noticia que aparece en este enlacehttp://www.abcdesevilla.es/sevilla/20130825/sevi-oxidacion-giraldillo-restaurado-201308241919.html#formcomentarios



Como dato curioso, podéis encontrar el contrato original de Bartolomé Morel para la construcción del Giraldillo. http://www.iaph.es/web/canales/conservacion-y-restauracion/catalogo-de-obras-restauradas/contenido/concierto-bartolome.html

La conclusión es que si en un principio se restauró más o menos doscientos años después, hoy día con las grandes tecnologías y adelantos, que en teoría poseemos, la escultura ha durado unos cuantos años y ya precisa de restauración. Muy curioso, conociendo de la forma en que funciona...¿La Junta? ¿Patrimonio? A saber... 

viernes, 1 de noviembre de 2013

Halloween o Jalogüin



La fiesta de jalogüin resulta algo polémica en según qué círculos. La juventud menos tradicional la considera divertida y de hecho y cada año más, el 31 de octubre por la noche, las calles se convierten en un desfile de muertos vivientes, brujas, demonios y otros seres terroríficos que en un pasado asustaron a la mayoría de los españoles. Siempre se dice que no es una festividad nuestra, pero...
¿Hay algo más español que apuntarse a todas las fiestas?  (oído en facebook) A mi parecer, es una fiesta rompedora con las tradiciones religiosas más enraizadas. Supone enfrentarse a lo tabú: a los muertos y sus espíritus. Eliminar miedos, reírse del miedo. 
En la tradición española o más bien religiosas, la forma de celebrar el Día de Todos los Santos -dependiendo de la provincia- era acudir al cementerio días antes de la celebración para limpiar las lápidas de los difuntos más allegados y en la casa se encendían unas lamparillas de aceite, por cada fallecido. El aspecto más festivo era la comida: elaborar unas buenísimas gachas de leche que se tomaban en familia. Ni que decir tiene “lo bien” que lo pasábamos los niños.
Yo no sé qué porcentaje de españoles está a favor de asimilar esta fiesta, pero yo estoy en total acuerdo en continuarla, a fin de cuentas es globalización y  mercado: compras máscaras, disfraces, adornos…igual que en Navidad. ¿Y por qué Navidad sí y Jaloguin no?

Para afianzar aún más mi gusto sobre esta fiesta, hoy aparece en las noticias que el obispos de Toledo  no están de acuerdo con romper las tradiciones: Dice que  Halloween es una fiesta pagana de mal gusto, donde no hay buenos sentimientos, en la que solo se asusta y se da miedo, en la que no se invita a la familia, donde los visitantes llaman a la puerta y no se les deja entrar y se van sin saber quiénes son. No hay misa de Halloween, ni mensaje papal….Califica de deslumbrante la fiesta de Todos los Santos… ¡Bueno si queréis seguir leyendo… aquí. y si os apetece me contáis vuestra opinión sobre este festejo que sin duda va a más. Y nada, ¡ Halloween a la hoguera.!

 Por si acaso dejo el enlace:
http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/4189664/religion/el-arzobispo-de-toledo-califica-halloween-como-una-fiesta-de-mal-gusto


lunes, 14 de octubre de 2013

Promocionar el Arte.

Si  vez de ir a museos a conocer el arte, nos pasamos el  sábado dentro de  un centro comercial, debe ser el arte, el que se promocione en estos lugares de consumo.
Este vídeo demuestra cómo hacer partícipes a personas que pueden tener poco interés por la pintura y su historia. Es emocionante, divertido, dinámico y realmente impresiona la forma y el desenlace.
Espero que os guste: 



http://www.youtube.com/watch?v=a6W2ZMpsxhg&feature=player_embedded

lunes, 19 de agosto de 2013

Democracia y Humanidades

Sin Humanidades el pensamiento crítico desparece.

 Marta Nausbaum es una filósofa estadounidense que se manifiesta en favor de las humanidades para salvaguardar el estado democrático. Y por supuesto no le falta razón, ya que distingue un sistema educativo al servicio del crecimiento económico y otro que promocione la actitud crítica indispensable para el mantenimiento de la democracia. Con la educación basada en conseguir una carrera laboral y obtener beneficios económicos se erosiona nuestra capacidad para criticar a las autoridades, las tradiciones o sentir empatía por nuestros congéneres, que acaban transformándose en un obstáculo para nuestras metas. La pérdida de esos valores ponen en peligro un futuro basado en la igualdad, el dialogo y el respeto mutuo, base en la que se deben sustentar las democracias.
Quizás la crisis que nos atenaza se deba a la imposición de una educación técnica que  se reduce a las reglas del mercado en pro del capitalismo. Esta es la crisis de las sociedades democráticas, por eso Nussbaum quiere reincorporar en la educación las humanidades, para formar a ciudadanos del mundo.

Una educación humanista permitiría desarrollar tres capacidades:

1ª.- Capacidad de autoreflexión sobre nosotros mismos, nuestra cultura y tradiciones, cuestionando nuestras propias creencias. La falta de reflexión sobre sí mismo conlleva a  dejarse influenciar y a tratar de manera irrespetuosa a los demás. 

2ª.-Capacidad para verse a sí mismo como ser humano que está en interdependencia con otros seres humanos. Para ello es necesario un conocimiento interdisciplinar que ayude a entender cómo funciona la política, la historia o la economía de los pueblos, intentando superar el estrecho pensamiento nacionalista.
3ª.-  Capacidad de imaginación narrativa, que implica el sentimiento  de ponerse a sí mismo en el lugar del otro, para comprender sus sentimientos, expectativas o logros.

Dichas capacidades están asociadas al contenido de las humanidades y las artes. Son fundamentales su aprendizaje en sociedades democráticas basadas en el respeto y la comprensión de las personas. Es imprescindible una educación moral con un enfoque de capacidades humanas, formación de emociones morales como la compasión, reciprocidad, empatía y la idea de una necesidad mutua. Pero sin descuidar la educación en ciencias, sino más bien corregir el desequilibrio en la actual educación donde los conocimientos técnicos  incitan a un pensamiento único, excluyendo el conocimiento de tradiciones humanísticas como  literatura, filosofía, historia…Lo cual no favorece el entendimiento del mundo en que vivimos, caracterizados por una diversidad cultural.

“Sería catastrófico convertirse en una nación de gente técnicamente competente que haya perdido la habilidad de pensar críticamente, de examinarse a sí misma y de respetar la humanidad y la diversidad de otros” 
Si esta tendencia se prolonga, las naciones de todo el mundo en breve producirán generaciones enteras de máquinas utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales con la capacidad de pensar por sí mismos, poseer una mirada crítica sobre las tradiciones y comprender la importancia de los logros y sufrimientos ajenos. El futuro de la democracia a escala mundial pende de un hilo.



Fuentes:
(El cultivo de la humanidad, 1999) en 


jueves, 11 de julio de 2013

Sobre las Humanidades

Los estudios de  Humanidades no están de moda. Sin embargo este sistema democrático se vendría abajo si no existieran mentes críticas con el sistema, según dice la filosofa Marta Nausbaum en este artículo: Sin Humanidades el pensamiento crítico desaparece.
Son las Humanidades las que educan en este sentido.  Sin embargo los recelos existentes hacia estas disciplinas ya comenzaron durante la creación de los Estados liberales capitalistas, que actuaban en su propio beneficio.
Intentaré hacer un breve resumen de la situación que las Humanidades, (  Ciencias del Espíritu o  Artes liberales) han sufrido a lo largo de la historia reciente:

En el siglo XIX había cierto empeño en diferenciar las Ciencias del Espíritu de las Ciencias de la Naturaleza pero sin llegar a excluirlas ya que la Ciencia durante los siglos XVI-XVIII, había adquirido un gran prestigio y el creciente problema social requerían de unas Ciencias Sociales.
El estudio de las Ciencias y su perfeccionamiento empírico-matemático condujo hacia un control inimaginable, hasta entonces, de la naturaleza. Una explotación de los recursos naturales que iría en beneficio de la humanidad, eliminando las desigualdades. Esta distribución estaría garantizada por los Estados liberales democráticos que se estaban creando en Europa y América. Pero ocurrió que bajo esta apariencia benefactora 

“…se escondía una alianza entre ciencia, nacionalismo y desarrollo económico de las élites comerciales, esto es, la perversa articulación ciencia-capitalismo, amparada por un Estado  que más que proteger a la población lo hacía con los intereses de las grandes familias. De este aspecto dan cuenta los colonialismos o el desarrollo industrial con la explotación sistemática de recursos y seres humanos.”

En cuanto a las  Ciencias Humanas o Ciencias del Espíritu tenían  gran prestigio desde el Renacimiento. Se ocupaban del patrimonio cultural de la humanidad: escrito, arquitectónico, pictórico, musical y de pensamiento. Sobre todo de la tradición grecolatina, al existir el convencimiento de que fue en esta época cuando el ser humano consiguió el máximo refinamiento intelectual y moral, esto es, humanismo.
Así,  a través de las Humanidades,  las generaciones posteriores podían 

“…conocer, preservar y hacer progresar la humanización, y el grado de civilización moral que habían conseguido alcanzar las generaciones anteriores. Y ese patrimonio fue protegido con la misma emoción que en culturas religiosas se conservaron los textos revelados…”

“Y esa herencia había que preservarla de la mediocridad, la brutalidad, la inmoralidad, la corrupción, el mal gusto, el analfabetismo a los que el hombre parecía verse abocado si se abandonaba dejándose  llevar por la violencia.”

Pero a raíz de los cambios políticos a partir del siglo XVIII muchos de estos valores humanistas fueron recogidos en las Declaraciones de Derechos del Hombre,  asociadas a las constituciones liberales, por tanto estos valores humanistas quedaban, en teoría, garantizados por el Estado. Así, el estudio de las Humanidades quedó para una élite cultural, mientras que la enseñanza  de las ciencias naturales se potenció desde el Estado. Se identificó “progreso con economía, nacionalismo con colonialismo, desarrollo con capitalismo.”

          Interesaba hacer del ciudadano un proletario de base más que un intelectual crítico.

Sin embargo durante la mitad del siglo XX el Humanismo volvió a resurgir como depuradora de las ideas nazis, totalitarias y de dominación que justificaban la explotación de recursos y del ser humano en pro de la civilización y el progreso.  Por supuesto las Humanidades seguían garantizando la preservación del Patrimonio y de los Valores de la humanidad.

Actualmente aprecio cierto desprestigio entre la juventud ante la consabida falta de salidas laborales, pero si pensamos un poco, llegaremos a la conclusión de que no son las carreras las que tienen salidas, sino el propio ser humano. Por tanto nos deberíamos de procurar una preparación que realmente nos motive y que en un futuro podamos poner en valor esos conocimientos adquiridos no sin gran esfuerzo, para vivir al menos con el privilegio de trabajar en algo que nos apasione.
Por otro lado, también aprecio en otros niveles la tendencia a revalorizar los estudios de Humanidades,  a valorar que tanto las Ciencias como las Letras son necesarias e imprescindibles para la preparación del ser humano. 

Su conocimiento favorece el pensamiento crítico e integrador, ayudan a buscar el sentido de la vida, la libertad y la felicidad. Mejoran “la empatía o la valoración del contexto en la gestión, son muy importantes en la empresa.” Dice la American Academy of Art and Sciences, según el artículo que podéis leer aquí.

El resto de la información procede de un artículo de Cinta Canterla titulado ¿Qué son las Humanidades? de la Revista de Pensamiento e Historia de las Ideas.


miércoles, 19 de junio de 2013

Rechazados por el Rey.

Alonso de Covarrubias. El Greco.
           Las ideas y la cultura que Doménico Theotocopuli adquiere durante su estancia en  Italia lo confirman como un hombre del Renacimiento. Su preparación  humanista podría estar en disonancia con las reglas del Concilio de Trento. Quizás esto fue lo que ocurrió, cuando Felipe II le encarga para El Escorial El martirio de San Mauricio, obra que finalmente  no fue del agrado del monarca.
            Cuando marchó a Toledo,  tenía amigos influyentes que le consiguieron numerosos encargos. Uno de estos trabajos, era el retrato  de Alonso de Covarrubias.
 Una circunstancia une a ambos: el Arquitecto era Maestro mayor de las obras de la Monarquía, pero para la construcción de El Escorial no fue solicitado, por expreso deseo de Felipe II. Igualmente la pintura del Greco también fue rechazada, aunque el monarca la conservara para sí. Probablemente este detalle sería motivo de largas conversaciones entre los dos, mientras lo retrataba o sentados en la biblioteca de Doménico, escuchando el grupo de música que El Greco mantenía. Temas humanísticos, distinguir las artes liberales de las artesanales…En este punto habló el Pintor:
Martirio de San Mauricio. El Greco.
          

  -"Comparo la pintura con la música, que viene de musa y es arte del entendimiento.
 La cítara es como el pincel, no es un instrumento mecánico, sino un medio para plasmar la idea y un ideal de belleza."



martes, 4 de junio de 2013

Artistas con alma

En entradas anteriores ya os he mostrado algunos de los relatos históricos que tuve que idear para continuar en el curso virtual "Renacimiento y Barroco". En este caso se obliga a hacer coincidir  a El Greco, Velázquez y Murillo en un espacio: en el Museo del Prado. La historia la comencé de este modo:

Fue un encuentro imposible. Solo los artistas sevillanos coinciden en el tiempo. Aún así los imaginamos reunidos en alma, que no en cuerpo, en una sala del Museo del Prado. Extremo  muy probable,  ya que cada artista deja algo de sí mismo en su obra, y es posible que deambulen por los pasillos del Museo.

Greco - El tiempo finalmente nos ha reunido en Madrid, en tu tierra querido Diego, pintor de reyes, artista con un estilo personalísimo, me satisfizo la lección que distes al petulante  Carducho al no firmar Las Lanzas…ja,ja,ja  ¡Una lección magistral!

Velázquez - No Doménico, yo no vine al mundo en Madrid, las circunstancias y mi propia ambición me trajeron hasta aquí. Siempre eché de menos a mi querida Sevilla y envidié a mi paisano Murillo,  por despreciar lisonjas que lo mantuvieran ausente de su origen.

Murillo - ¡Cómo no iba a ser así! Tan solo una vez salí de Sevilla y… ¡Virgen! ¡Cuánto la necesité! La luz de mi ciudad me hizo como soy… ¿Habría yo pintado con otra luz y otro aire u otra forma de ver las cosas?

Greco - Yo tampoco. Pinté como desde mi alma lo veía, pinté el cielo de Toledo como un paisaje, colores inarmónicos, irreales, caras afiladas…
Ahora el mundo intentar ver entre pinceladas y averiguar lo que realmente queríamos expresar... ¡Qué divertido es todo esto amigos!


jueves, 25 de abril de 2013

Velázquez y Carducho: enemigos en la Corte.


Fue en 1627 cuando Felipe IV convoca un concurso de pintura con el tema de La expulsión de los moriscos. A este certamen se presentan varios artistas, entre ellos Velázquez y el que hasta entonces era pintor de cámara del rey, Vicente Carducho. 
El concurso lo gana Velázquez, a pesar de ser  Carducho la personalidad más influyente de la escuela madrileña. Para colmo, el rey nombra al ganador ujier de cámara.
El enfrentamiento artístico entre ambos estaba servido. Carducho para desquitarse, escribe en contra de ciertos pintores naturalistas, entre los que se encuentra Velázquez. Todo ello lo refleja en su obra “Diálogos de la Pintura”.
La disputa se acrecienta cuando deben decorar el Salón de Reinos: los cuadros encargados a Carducho (tres grandes escenas de batalla) los termina con largas inscripciones en latín indicando que era “pintor del rey”. En respuesta Velázquez deja sin firmar Las Lanzas y el Retrato ecuestre de Felipe IV, asegurando que sus obras no necesitaban firma para identificar su personalísimo estilo.






No se encontrará rúbrica en estos cuadros, aunque si nos fijamos en la esquina inferior derecha de ambos, veremos sendas hojas de papel en blanco, que no tienen ninguna relación narrativa con el resto del cuadro. 
Es una especie de anti-firma, pues es una ostentación de la voluntad del pintor de no especificar su nombre.







Este es otro de los relatos históricos que se han pedido como tarea para el curso virtual de Barroco y Renacimiento, que en estos días ha terminado. Desde aquí os lo recomiendo.

sábado, 23 de marzo de 2013

La última morada

Una de las actividades para un curso virtual que estoy realizando sobre Renacimiento y Barroco,  era idear un relato histórico sobre Felipe II y la construcción de El Escorial. Debía tener mil caracteres y yo leí mil palabras, con lo cual el trabajo quedó hecho y solo pude enviar parte de él, muy resumido como es lógico.
No me resigno a dejarlo en el olvido y aquí os lo muestro:

La última morada.
Para garantizar mis dominios he de vigilar la pureza de la fe.  Construiré un majestuoso edificio, creado para alabar a Dios no para satisface la soberbia del hombre y donde mi padre Carlos V, reposará definitivamente.
-Ya te dije hijo mío, que mi última morada era tu decisión.
Por esto escogeré a los mejores arquitectos, pediré proyectos a los más capacitados, a la Escuela de Florencia, a Miguel Ángel… Me inspiraré en las mejores obras creadas en Italia hasta la fecha. La mía llevará la inspiración divina. Será una emanación de mi carácter.  Será modelo y ejemplo para la posteridad.
Para elegir el lugar convoqué una comisión formada por sabios, filósofos, arquitectos y canteros que determinaron el mejor lugar para su ubicación, conforme a la doctrina de Vitrubio: sanidad, aire y agua abundante.
-Majestad el Concilio de Trento…
Mi obra se ajustará a las normas eclesiásticas y a las innovaciones de la arquitectura. No requeriré a maestros, ni canteros, ni gremios, bastantes problemas organizativos nos proporcionaron durante  las obras del Alcázar toledano.
Esta vez quiero un arquitecto y yo. Un arquitecto humanista con conocimientos en geometría, en álgebra. Un matemático que deduzca la proporción y el equilibrio. La visión del monasterio no será perturbada por ornamento inútil, ¡Que la belleza sea total! Ni Diego de Siloe, ni Covarrubias, solo Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera pueden responden a mi requerimiento, han respirado  los innovadores aires italianos, son arquitectos ingenieros y matemáticos. Tendrán en cuenta las normas de Trento y sabrán satisfacer a todos, buscando las mejores soluciones. Yo también aportaré mis conocimientos, producto de largos años de estudio concienzudo, consultando la Arquitectura Sebastian Serlio, traducido y dedicado a mi persona por Villapado. Quiero ventanas como una vez fueron construidas en las famosas termas romanas, tomaré inspiración en Palladio para diseñar la portada. Los techos de pizarra al estilo Flandes,  los cimborrios, las torres...

¡Comencemos las obras! 
Los indicios astrológicos favorecen el día de San Bernardo, 20 de Agosto como fecha propicia para  colocación de la primera piedra. Se le tallará una cruz roja y será colocada cerca de las reliquias de San Jerónimo. Veintiún años después, el 13 de septiembre de 84 colocamos la última piedra en una cornisa de este Patio de los Reyes, señalada con una cruz pequeña.
Fue la última piedra labrada por los canteros al pié de la propia cantera, yo mismo fui a comprobar si el cambio era efectivo. Las grúas creadas por Herrera me impresionaron, me alegré íntimamente de mi acierto al elegir un hombre tan capaz. Una vez repartidas las tareas, se comienza a trabajar por el eje central, una cuadrilla para cada lado. La competencia entre ellos se traducía en mayor rendimiento.
Pero 1577 será un año aciago: un mal día los canteros se amotinan. El 21 de julio cae un rayo sobre la torre de la Botica y el 9 de noviembre aparece un cometa sobre el monte de San Benito, eran signos demoníacos que consiguieron crean una leyenda negra alrededor del Monasterio.
El destino me da un respiro y en  1578 nace mi heredero al trono, por ello doy gracias Dios.
Pero la  mala estrella no deja de sitiarme,  las fisuras de los dos pilares torales del norte hacen que el cimborrio no cubra el espacio previsto. ¿Será un castigo del Divino? Ordenaré misas y novenas para evitar su derrumbe.

¡Dios me escuchó!
En 1582 colocamos la cruz en la aguja del cimborrio, milagrosamente salvado. Este feliz día se adereza con la incorporación de Portugal y sus Colonias a la Corona de Castilla.  Habrá procesiones y Acción de Gracias. ¡Loado sea Dios!
Un año después colocamos la estatua de San Lorenzo. Monegro trabajó sobre ella, respetando todas mis decisiones. Por fin en pocos meses más, podremos quitar los andamios y las cimbras, embellecer los muros y los artesonados. Buscaremos  mármoles blancos de la Sierra de los Filabres y negros de Las Navas para enlosar el pavimento, vendrán artistas italianos a decorar con sus pinturas, Zúccaro, Tobaldi,  el Greco…
-No, El Greco no.
Cierto, su mensaje no es claro. Las normas contrarreformistas no lo permiten pero su obra permanecerá a mi lado. Por esas normas tuvimos que modificar el proyecto. Nos pedían doblar a cien el número de monjes jerónimos, nos pedían una biblioteca, un seminario, colegios…Nos pidieron demasiado, pero había que dar respuesta a Trento para seguir siendo cabeza de león. Con estas modificaciones El Escorial se convirtió en el núcleo de la Contrarreforma, nada menos.
Aquí rodeado por mi familia perpetuamente, sigo meditando a cerca de los aconteceres  pasados. Esta Basílica, ocupa el centro del edificio, el corazón desde donde se irradia la luz y la vida. Nada funciona sin corazón, yo también lo tuve oculto tras un vestido negro, y aún bajo esta piedra tallada por Leoni late un corazón que emulando a Justiniano cuando contempló su Santa Sofía: grita a viva voz: ¡Salomón te he vencido!





lunes, 4 de marzo de 2013

¿Cómo nos han visto?.



Castillo de Gaucin.  Pérez de Villaamil 1849. 
Los viajeros que visitaron Andalucía en las distintas épocas generaron  un conjunto de mitos y tópicos sobre nuestra tierra y sus habitantes, sobre su paisaje. La creación de estas mitificaciones están motivadas por las ideas preexistentes que estos viajeros albergaban, y la realidad que encuentran en Andalucía. Así podemos explicar las interpretaciones a cerca de los habitantes, de la distribución de riquezas, de los paisajes y la selección de imágenes que con el tiempo se cargan de simbología.
Estrabón (63a.C.- 24 d. C.) escribió en Libro III, 2, 15. "Tienen los tourdetanoi, además de una tierra rica, costumbres dulces y cultivadas[1]  
“Las orillas del Baítis son las más pobladas; el río puede remontarse navegando hasta una distancia aproximada de 1200 estadios, desde el mar hasta Kórdyba, e incluso hasta algo más arriba. Las tierras están cultivadas con gran esmero, tanto las ribereñas como las de sus breves islas. Además, para recreo de la vista, la región presenta arboledas y plantaciones de todas clases admirablemente cuidadas. Hasta Hípalis, lo que supone cerca de quinientos estadios pueden subir navíos de gran tamaño;” (…) La Tourdetanía es maravillosamente fértil; tiene toda clase de frutos y muy abundantes; la exportación duplica estos bienes, porque los frutos sobrantes se venden con facilidad a los numerosos barcos de comercio.”[2]
Al Idrisi (S. XII) dice que Almería se destaca por su riqueza y ubicación para mostrar “una ciudad de considerable actividad industrial (...). El valle cercano produce gran cantidad de frutos (...) La ciudad está edificada sobre dos colinas separadas por un barranco habitado. En la primera de estas colinas está la Alcazaba, famosa por su imponente fortificación”. [3]
Navajero (1525) resalta la fertilidad y belleza de unas tierras sevillanas llenas de naranjos, limoneros y cidros y de todas clases de frutas delicadísimas, debido todo lo más a la naturaleza que al arte, porque la gente es tal que pone en esto poquísimo cuidado”. [4]
Posteriormente en la Ilustración, el paisaje interesa “como el resultado más o menos afortunado de la intervención del hombre[5] Los parámetros han cambiado, las ideas también. Los viajeros románticos traen las suyas y bajo ese filtro nos contemplan: unos critican el abandono de la agricultura a finales del siglo  XVIII y su reflejo en un paisaje de desoladas “colinas que ya no tienen otro adorno que las plantas con las que la naturaleza las adorna (Francisco Peyron, 1772-1773: 286).[6]
Borrow, George. (1803-1881) opina sobre: “Los andaluces son indolentes y superficiales, aficionados al baile y al cante y a las diversiones sensuales. Viven bajo el sol más espléndido y el cielo más benigno de Europa y su país es de natural rico y fértil, a pesar de lo cual no hay provincia en España donde haya más mendicidad y miseria, puesto que la mayor parte de la tierra está sin cultivar y no produce más que espinos y maleza, lo que no deja de ser un símbolo sorprendente del estado moral de sus habitantes.”[7](…) “Son inclinados a lo obsceno y a lo que llaman picardías. Entre ellos, la cultura es una tacha terrible.”
Otros visitantes se preocupan por la belleza de “esa región –tan digna de la curiosidad del viajero- en que la naturaleza se muestra a la vez tan risueña como imponente, en que admiramos los paisajes más pintorescos: altas montañas cuyas cimas coronan eternas nieves; valles fecundos donde reina un frescor que ni los ardores caniculares consiguen alterar; torrentes de cristalinas aguas que se precipitan con estruendo de lo alto de las rocas y fertilizan los campos sin inundarlos casi nunca.” (Barón de Bourgoing, 1777-1795).
Poco a poco Andalucía, empieza a convertirse en un destino de moda y en el siglo XIX llegan los viajeros románticos con una nueva mirada. Se producirá una reinvención del paisaje con una serie de valores tópicos, como una tierra mágica y exótica, muy del gusto romántico. Se busca en Andalucía el ideal de paisaje mediterráneo. “Buscan una realidad previamente soñada y por ello, cuando lo que contemplan no responde a la medida de lo imaginado, se decepcionan. [8] Así, elaboran un mapa fragmentario guiados por la admiración y la crítica, creando una imagen de Andalucía que a su vez atrajo a más viajeros.
Ya en el siglo XX la moda del turismo favorece la lectura tópica creando paisajes irreales. Desde el sol y playa hasta una Andalucía exótica de influencia oriental, culta y con lugares únicos. 
La forma de vernos los viajeros quizás haya cambiado...o no. Pero...¿Cómo nos vemos nosotros?


FUENTES:


[3] AL-IDRISI (Dozy Nuzhat al-mushta, (edición de R. Dozy y M. J. De Goeje, 1968),
[4] NAVAJERO, A. (1525-1528) “Viaje por España del mágnífico Micer Andrés Navagero...
[5] (Freixa, 1999).
[6] PEYRON, J. F. “Nuevo viaje en España hecho en 1772 y 1773” 
[7] Así nos han visto. Crónica de viajeros por Andalucía. Biblioteca Infanta Elena. Sevilla.

lunes, 4 de febrero de 2013

Sobre la cultura


La cultura puede ser educacional, étnica, popular, cultura de masas…y varios conceptos más en los que interviene dicha palabra. Pero yo me voy a referir a la cultura en la que estamos inmersos, de la cual aprendemos y que afecta a nuestros actos, voluntaria o involuntariamente.
Una definición podría ser: la cultura es una creación de señas, signos y rasgos definidos, que son impuestos y aceptados por los humanos y que permiten diferenciar a personas, grupos, comunidades y países. Existen otros rasgos que podemos elegir a medida que crecemos y pensamos e incluso nos podemos incluir en un círculo social determinado, apropiándonos de las señales del grupo: indumentaria, gustos musicales, forma de actuar… Pero a pesar de poder tomar decisiones propias respecto a nuestra identidad, comprobamos que la base ya está hecha, es decir, pertenecemos a una comunidad con unos rasgos y costumbres peculiares que identifican a todos los que comparten la misma cultura.
El dilema comienza en la necesidad que tenemos de formar parte de un grupo o una comunidad y a la vez de distinguirnos de esa entidad por nuestros propios valores y originalidad,  es decir, queremos pertenecer a la comunidad y a la vez mantener rasgos individuales. Estos rasgos se buscan, pero dentro de los límites marcados por la propia sociedad. 
La cultura también sirve para salvaguardarnos de las influencias del “otro”. Son identidades creadas que se han construido tomando como referencia la cultura de los pueblos o grupos que nos rodean, constituyendo una forma de protegernos de su influencia y de valorarnos de una forma determinada respecto a los “otros”. Valdría como ejemplo decir: “los andaluces son…o los vascos…”  La cultura en este sentido es un uso del poder establecido para preservar sus bases y su legitimidad.
La cultura se aprende desde niños mediante actos cotidianos, creciendo dentro de la propia sociedad.  Se transmite a través de la observación, los niños ven lo que pasa a su alrededor y modifican su comportamiento tomando conciencia de lo que en su cultura se considera bueno o malo. Ocurre de modo inconsciente no porque otros lo digan.[1]
 El aprendizaje  incluye opiniones, costumbres y valores propios de esa cultura. Indican cómo hacer las cosas y cómo interpretarlas, lo que está bien, lo que está mal y como distinguirlo. Pero no todos tienen la misma opinión o actúan de igual manera, existe una estructura común a todos y sobre ella elementos individuales.
El ser humano se completa a través de la cultura adquiriendo aprendizajes, conceptos y sistemas de especificación simbólica. “Entre lo que nuestro cuerpo nos dice y lo que tenemos que saber para funcionar, hay un vacío que debemos llenar nosotros mismos y lo llenamos con información (o desinformación) suministrada por nuestra cultura.” [2]
Por ejemplo, la capacidad de hablar es innata, la de hablar idiomas es cultural. Los gestos  los podemos hacer todos, pero son aprendidos y en cada cultura significan algo distinto.
 La gente hace suyo el sistema establecido de significados y símbolos y lo utilizan para definir su mundo, expresar sentimientos y hacer juicios. Le ayuda a guiar sus comportamientos y percepciones a lo largo de sus vidas.
 El hombre es un animal inserto  en tramas de significación que él mismo ha tejido, considero que la cultura es esa urdimbre, y que el análisis de la cultura ha de ser por tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones.”[3]
           



[1] C.P. KOTTAK. Antropología cultural.  Madrid 1997. p.17-26
[2] GEERTZ. P. 55
[3] C. GEERTZ. La interpretación de las culturas. Gedisa Edit. Barcelona 2000. p. 20

domingo, 20 de enero de 2013

Sobre la Belleza y el Arte



El concepto abstracto de belleza nos hace replantearnos a qué se puede considerar obra de arte. Los tiempos y las modas cambian y los gustos se modifican. Podemos comprobar cómo el concepto de arte ha ido cambiando a través del tiempo, aunque no tanto el de belleza, al que concebimos como un todo proporcionado y armónico, agradable a la vista. Pero… ¿Porqué unas determinadas formas ejercen atracción sobre otras? Es una buena pregunta difícil de responder.
Lo bello se concibe desde la Antigüedad como lo hermoso, lo noble, la virtud o el bien. El arte como habilidad técnica para hacer algo bien, guiado por unas normas. 
Pero como la belleza es una construcción cultural,  exige un canon, es decir un modelo basado en medidas, orden y proporción. Para W. Tatarkiewicz (1886-1980) la belleza consiste en “las proporciones y en el ordenamiento de las partes y en sus interrelaciones.” Algo así viene a explicar el llamado número  áureo o dorado, que podemos ver aquí.

Platón asegura que «la esencia de lo bello, igual que la de todo bien, estriba en la medida y en la proporción». Para los pitagóricos la esencia de la belleza es la armonía, la proporción y el número. En lo referente al cuerpo humano también se pensaba que la naturaleza lo había construido con unas proporciones determinadas matemáticamente y que se podía inscribir en determinadas figuras geométricas.
“El ombligo es el punto central natural del cuerpo humano. En efecto, si se coloca a un hombre boca arriba, con sus manos y sus pies estirados, situando el centro del compás en su ombligo y trazando una circunferencia, ésta tocaría la punta de ambas manos y los dedos de los pies. La figura circular trazada sobre el cuerpo humano nos posibilita lograr también un cuadrado: si se mide desde la planta de los pies hasta la coronilla, la medida resultante será la misma que la que se da entre las puntas de los dedos con los brazos extendidos; exactamente su anchura mide lo mismo que su altura, como los cuadrados que trazamos con la escuadra (Vitruvio, Sobre la arquitectura III, 1).
A pesar de ajustarse al canon se reconoce que en la labor artística existe un factor de libertad creativa.
Vista esta teoría nos preguntamos si cuando vemos algo bello estamos pensando en la proporción y la medida o la relación con las partes. La belleza es una cualidad objetiva de las cosas bellas y existe porque tenemos un sentido innato de lo bello, es decir, porque participamos de la idea de belleza. Una cosa es más o menos bella dependiendo de su grado de acercamiento o lejanía respecto a la idea de lo bello. Dependiendo del canon existente. Para completar, podemos ver en este enlace  un programa de Eduardo Punset que se refiere a este tema:  La ciencia de la belleza en Redes.

Como en la cuestión del Arte es difícil llegar a un acuerdo general, sobre todo desde que comenzaron las nuevas tendencias artísticas. Os dejo una definición del cantante Mario Díaz con la que termina el vídeo-clip de su canción  "Igual que tú". 
"El ARTE es el componente básico de la cultura de un país inherente a cualquier persona, raza o ideal político. Es el reflejo de su gente a través del cual expresamos sentimientos, ideas y emociones." 
He aquí el vídeo completo: