El sábado 23 tuvimos la
oportunidad de hacer un recorrido guiado por el barrio de Triana. El encargado
de la explicación fue Jesús Pozuelo creador de la empresa Ispavilia de Sevilla.
La ruta fue amena y muy interesante, aportando el guía datos de interés
fotográfico y de hemeroteca para corroborar sus explicaciones.
La actividad comenzó en el Monumento al Cante Flamenco en el Altozano con
algo de historia sobre el origen del barrio, del cual no hay restos romanos encontrados,
ya que estos se sitúan por debajo del nivel freático, sin embargo se apunta que en
Itálica existía un templo consagrado al emperador Trajano llamado Traianeum, (aunque no está demostrado que su nombre provenga de ahí:). De cualquier forma el primer resto arqueológico
que demuestra la existencia de Triana es una lápida almorávide que está en el museo arqueológico de la ciudad.
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Cerámica tipo pisano |
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Cerámica de arista |
La siguiente parada es en el Museo de la Cerámica y se reconoce el pasado
alfarero del arrabal, así como la evolución de los estilos: desde el de aristas y cuerda seca hasta el cambio que se
produce a cargo de un italiano llegado de Pisa a final del
siglo XV atraído por la actividad de la ciudad como puerto de Indias. Francisco
Pisano revolucionó la cerámica al poder actuar sobre ella como si se tratase de
un cuadro. Es decir pintando sobre el esmalte blanco motivos policromos. Ejemplo
existen en el Alcázar de Sevilla, en la Plaza de España y otros lugares.
En una tercera parte del
recorrido se habla de flamenco, que se origina en Triana, Jerez…. Este tema es
demasiado extenso y polémico para apuntar aquí ya que existe cada vez más teoría al respecto.
Una de ellas es que de Triana se extendió para otros lugares de
Andalucía donde tomó sello propio.
Siguiendo esta ruta pasamos por
el monumento a Triana que contiene casi todos los elementos del barrio. Horno,
alfares, letras de coplas flamencas…
Maqueta del Castillo de San Jorge |
La importancia defensiva fue
disminuyendo y en 1481 se convierte en
la sede de la Inquisición que lo abandonó debido a su deterioro por las
crecidas del río y en 1639 volvió a ocuparlo
hasta 1785. De allí salían los reos hasta la plaza de San Francisco para
el Auto sacramental y luego al quemadero, donde actualmente se sitúa el Prado de San Sebastián, para ser quemados en
la hoguera.

La ruta continúa pero nos podemos dar un descanso en uno de los puestos del Mercado de Triana. Tapas tradicionales, sushi, ostras...
Para el próximo capítulo incluimos el Puente de Triana, Santa Ana, la Universidad de marineros y los corrales.
Otra cosa: si alguien encuentra errores en fechas o lugares le ruego que me lo comunique en este mismo blog. Sobre todo los trianeros.
¡Qué envidia más gorda, Antonia me das! ¡Cómo me hubiese gustado ir también! Pues espero tener suerte la próxima vez. Muy bien expuestas las vivencias que viviste en Triana, casi ná!
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos.
Es la primera parte, ahora llegará la segunda que es la más interesante...jejej. Para la semana próxima.
ResponderEliminarGracias amiga.
Ya estás tardando en enviarme un whatsapp y decirme qué hago para ver si puedo ir, jeeeeeeeee...
EliminarMe encantaría, a ver si "libro".
Besitos.