Nada de lo que hacemos o decimos se pierde en el vacío. El aire está lleno del pensamiento de todos. Almafuerte. (1854-1917)

sábado, 3 de marzo de 2012

Abrazo amigo

Hay una forma especial de abrazar a los amigos: los brazos rodean el cuerpo tratando de acaparar todo el contorno y sintiendo que esa amistad es bien correspondida. Se abraza confiadamente, el amigo no traiciona nunca. En ese abrazo se rememoran vivencias pasadas, presentes y las que aún están por llegar y que seguro compartiremos con ellos.

Estamos firmemente convencidos de que en los momentos más negativos de nuestras vidas ellos estarán a nuestro lado dándonos su aliento y sabemos que los momentos felices lo serán aún más, si podemos compartirlos con ellos.

A mis amigos y a los amigos de mis amigos, les dedico este fragmento de La sonrisa etrusca, de José Luís Sampedro.

Por poner en antecedentes, este pasaje transcurre cuando Salvatore, el protagonista, es ya demasiado mayor y tiene que salir de su pueblo para ir a vivir con la familia de su hijo Renato, a la gran ciudad. Ya saliendo del pueblo dentro del coche del hijo, encuentra en el camino a Ambrosio, su amigo de siempre, que acudió a despedirlo a las afueras:

-¡Hermano!... ¡Vaya con el Ambrosio!... ¿También vienes como todos a preguntarme por qué me marcho? (…)

En un súbito impulso se abrazaron, se abrazaron, se abrazaron. Metiendo cada uno en su pecho el del otro hasta besarse con los corazones. Se sintieron latir, se soltaron y, sin más palabras el viejo subió al coche. Las dos miradas se abrazaron aún, a través del cristal, mientras Renato arrancaba.

He leído esta descripción infinidad de veces, y aún me sigue emocionando. Espero que también a vosotros.

(La imagen no tiene derecho de autor.)

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Precioso, llega a lo más profundo del alma!!!
    Un abrazo.
    Mari Carmen.

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  2. Gracias por tu opinión Mari Carmen. Es verdad que esta descripción emociona, por eso he querido compartirla.
    Un abrazo.

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