Nada de lo que hacemos o decimos se pierde en el vacío. El aire está lleno del pensamiento de todos. Almafuerte. (1854-1917)

domingo, 14 de agosto de 2011

Primeras reglas para ser feliz.

Continuando con las recomendaciones de Shopenhauer para procurar una vida placentera, anoto las tres primeras reglas para conseguir la Felicidad:
1ª REGLA:
Entramos en el mundo llenos de aspiraciones a la felicidad y esperamos realizarlas, pero el destino nos demuestra que tiene cierto derecho sobre nosotros.

La experiencia nos dice que la felicidad es una quimera, mientras que el sufrimiento y el dolor son reales. Si esta experiencia diera sus frutos, dejaríamos de buscar la felicidad y procuraríamos solo escapar del dolor: “El prudente no aspira al placer sino a la ausencia de dolor” dice Aristóteles.
Lo mejor que se puede encontrar es un presente sin dolor, tranquilo y soportable. No hay que estropearlo esperando alegrías imaginarias, o preocupaciones ante un futuro incierto. Lo mejor es disfrutar del presente como algo realmente seguro.
La conclusión a esta primera regla sería: aprender de la experiencia y disfrutar el presente.
REGLA 2
Nunca serás feliz si te atormenta que algún otro está más feliz que tú” afirma Séneca. Este mismo filosofo dice “Cuando piensas cuántos se te adelantan, ten en cuenta cuántos te siguen”. Schopenhauer concluye: “No hay nada más implacable y cruel que la envidia, sin embargo nos esforzamos en suscitar envidia.” Por tanto, la envidia será un inconveniente para alcanzar la felicidad.
REGLA 3
El carácter que adquirimos será una manifestación de nuestra inteligencia y nuestra experiencia, y servirá para conocernos a nosotros mismos. Conocernos es saber lo que queremos y lo que podemos hacer en la medida de nuestras posibilidades. Es saber qué podemos escoger de todas las opciones que la vida nos ofrece, es decir, escoger el camino más acertado a nuestras posibilidades. Si no nos conocemos lo suficiente nos estaremos equivocando continuamente y por eso la persona envidiará. Porque elegirá posibilidades apropiadas al carácter de otros, no al suyo. Por ejemplo, el pez no puede envidiar al pájaro, cada uno está en el ambiente que le es apropiado.
Pero a pesar de haber elegido la opción apropiada, el mal nos afecta. Aún más cuando pensamos en las circunstancias que lo hubieran evitado y apelamos al destino imperante. Pero cuando comprendemos que los hechos no se pueden modificar, las aceptamos más facilmente.

2 comentarios:

  1. Tema interesantísimo, Antonia.
    Completamente de acuerdo con la moraleja de Aristóteles, así como con la REGLA 3ª al completo.
    Un colectivo numeroso de nuestra actual sociedad, con las prisas, el apilar más y más, etc, tiene mermadas las facultades de observar, escuchar, meditar...y el positvo ejercicio de compartir, sin genralizar, por supuesto. Cultivando las anteriores facultades lograremos un clima positivo, sobre todo, sensanción de "alcanzables" en nuestros empeños y bienestar interior.
    Bueno, que sepas que en poco tiempo tu blog es unos de mis preferidos.
    Si buscas un poco en mi blog, trato de explicarlo en un escrito: "Gozo y dolor", el uno no existe sin el otro, creo.
    Un abrazo.

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  2. Gracias Mari Carmen, por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo en que la vida actual no favorece estas meditaciones. Creo que habrá que poner remedio...
    Por cierto, muy buena reflexión en la entrada de tu blog "Gozo y dolor" ya he dado cuenta de ello:
    http://franconetti-aula-abierta.blogspot.com/2010/03/dolor-y-gozo.html
    Si alguien lo quiere leer esta es la dirección. Merece la pena.
    Un fuerte abrazo y seguimos...

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