Nada de lo que hacemos o decimos se pierde en el vacío. El aire está lleno del pensamiento de todos. Almafuerte. (1854-1917)

lunes, 19 de agosto de 2013

Democracia y Humanidades

Sin Humanidades el pensamiento crítico desparece.

 Marta Nausbaum es una filósofa estadounidense que se manifiesta en favor de las humanidades para salvaguardar el estado democrático. Y por supuesto no le falta razón, ya que distingue un sistema educativo al servicio del crecimiento económico y otro que promocione la actitud crítica indispensable para el mantenimiento de la democracia. Con la educación basada en conseguir una carrera laboral y obtener beneficios económicos se erosiona nuestra capacidad para criticar a las autoridades, las tradiciones o sentir empatía por nuestros congéneres, que acaban transformándose en un obstáculo para nuestras metas. La pérdida de esos valores ponen en peligro un futuro basado en la igualdad, el dialogo y el respeto mutuo, base en la que se deben sustentar las democracias.
Quizás la crisis que nos atenaza se deba a la imposición de una educación técnica que  se reduce a las reglas del mercado en pro del capitalismo. Esta es la crisis de las sociedades democráticas, por eso Nussbaum quiere reincorporar en la educación las humanidades, para formar a ciudadanos del mundo.

Una educación humanista permitiría desarrollar tres capacidades:

1ª.- Capacidad de autoreflexión sobre nosotros mismos, nuestra cultura y tradiciones, cuestionando nuestras propias creencias. La falta de reflexión sobre sí mismo conlleva a  dejarse influenciar y a tratar de manera irrespetuosa a los demás. 

2ª.-Capacidad para verse a sí mismo como ser humano que está en interdependencia con otros seres humanos. Para ello es necesario un conocimiento interdisciplinar que ayude a entender cómo funciona la política, la historia o la economía de los pueblos, intentando superar el estrecho pensamiento nacionalista.
3ª.-  Capacidad de imaginación narrativa, que implica el sentimiento  de ponerse a sí mismo en el lugar del otro, para comprender sus sentimientos, expectativas o logros.

Dichas capacidades están asociadas al contenido de las humanidades y las artes. Son fundamentales su aprendizaje en sociedades democráticas basadas en el respeto y la comprensión de las personas. Es imprescindible una educación moral con un enfoque de capacidades humanas, formación de emociones morales como la compasión, reciprocidad, empatía y la idea de una necesidad mutua. Pero sin descuidar la educación en ciencias, sino más bien corregir el desequilibrio en la actual educación donde los conocimientos técnicos  incitan a un pensamiento único, excluyendo el conocimiento de tradiciones humanísticas como  literatura, filosofía, historia…Lo cual no favorece el entendimiento del mundo en que vivimos, caracterizados por una diversidad cultural.

“Sería catastrófico convertirse en una nación de gente técnicamente competente que haya perdido la habilidad de pensar críticamente, de examinarse a sí misma y de respetar la humanidad y la diversidad de otros” 
Si esta tendencia se prolonga, las naciones de todo el mundo en breve producirán generaciones enteras de máquinas utilitarias, en lugar de ciudadanos cabales con la capacidad de pensar por sí mismos, poseer una mirada crítica sobre las tradiciones y comprender la importancia de los logros y sufrimientos ajenos. El futuro de la democracia a escala mundial pende de un hilo.



Fuentes:
(El cultivo de la humanidad, 1999) en 


9 comentarios:

  1. Muy trascendentales esos temas que tocas en tu blog.
    De las tres capacidades me preocupa la primera, porque se me hace muy difícil cuestionar mis creencias, y sobre mis tradiciones, lo llevo aun peor. La segunda es magnífica, siempre he despreciado los nacionalismos. Si se cumpliera la tercera, este mundo merecería la pena. Un saludo.

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    1. ¡Ay...si se cumpliera la tercera! Pero podemos intentarlo con el fin de comprender a los demás y así entenderlos. Pero es difícil, sí.
      Me alegra y encanta que participes con tu opinión, ante estos temas como tú dices trascendentales. Para alimentar el espíritu lo mismo vale un buen poema de los que tú haces que cualquier tema que estimule el pensamiento.
      Un abrazo.

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  2. Sí, Antonia, estas son las reflexiones que me atraen mucho. Me gusta los temas y cómo lo has plasmado.

    De lo más conseguido que te he leído, y mira que, por lo general, consigues atraparme en los temas, pero este es muy especial.

    Coincido mayoritariamente con José Luis.

    Gracias por esto, querida Antonia.

    Un besote.

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  3. Mari Carmen a tí te gustan las Humanidades. Con tu experiencia universitaria reciente has podido comprobar que el pensamiento lo podemos cambiar, que aún nos caben miles de preguntas a las que pretendemos dar respuesta sin dejarnos llevar por los demás, por la publicidad...etc. Para eso necesitamos una mente crítica, para nosotros mismos, para conocernos mejor y llegar, en algún momento a ser felices.El camino es duro, pero todo se aprende.
    Recibe un caluroso (40º) abrazo. Sevilla. Agosto 2013)

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    1. Mientras tenga un soplo de vida, me aferraré al seguir intentando aprender, y averiguar el porqué de las cosas. Una vez me preguntaron qué me gustaría dar a un recién nacido, en el caso de que fuera un Hada Madrina. Fuí breve y rápida: daría el don de la curiosodad.
      ¿contesto a tu comentario?

      Ojú, no hace calor aquí, no ni ná!

      Besillos.

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  4. Querida amiga:
    El mundo es un sistema que necesita de la totalidad, así que mientras se dirime una nueva sociedad mundial, la realidad inmediata, ofrece un panorama confuso y contradictorio.
    De la misma manera que el individuo ha necesitado reafirmar su personalidad colectiva para hacer frente a circunstancias de cambio acelerado y brusco. Los pueblos, al igual que los individuos necesitan redescubrir y recrear sus raíces para sentirse bien instalados en este sistema llamado “mundo globalizado”.
    Si la función de las culturas ha sido dar sentido a esta orbe; hacerlo más comprensible y habitable, habiendo superado viejas teorías del hombre y de la naturaleza; consiguiendo vivir una nueva versión del mundo desde la enmarañada madeja del pensamiento.
    ¿Cómo debemos interpretar los nuevos acontecimientos que se están produciendo? Desde luego no dejando de enseñar a pensar, y para ello necesitamos y mucho las humanidades.
    El ser humano se ha dado cuenta de su plena capacidad, pero ignora su soberbia hasta el punto de atreverse a infravalorar lo que ha sido una conexión entre el pasado y el presente, mitificando, por el contrario a la ciencia.
    La ciencia debe ser la humildad en la búsqueda de lo verdadero, como pierda esa humildad dejará de ser ciencia para convertirse en una forma de engaño. La ciencia se pude entender como una variante de humano. Lo humano, no lo perdamos de vista, envuelve a lo científico produciéndose un equilibrio necesario para que origine una simbiosis; hagamos un símil y comparémosla con la levadura del pan.
    ¿Cómo pueden los científicos recibir la “levadura” de las humanidades para prevenir la excesiva especialización y la escasez mental? O, ¿Cómo pueden las humanidades ser fermentadas por la ciencia?
    La inteligencia no funciona incondicionalmente, sino que lo hace sobre unas circunstancias sociales, políticas y económicas. ¡No dejemos de pensar! Y acerquemos el entendimiento a la vida humana en su total integridad, claro que para ello, deberíamos hacer una reforma del entendimiento humano o de la razón que se ajustara a la altura de los tiempos y al hombre en situación de entenderse a sí mismo.
    Siento extenderme tanto, pero no sé hacerlo mejor. Un abrazo; Loly


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    1. Ciertamente los pueblos necesitan conocer su historia para acomodarse en este mundo globalizado y la historia hay que interpretarla mediante un pensamiento analítico que permita elaborar y deducir las raíces de los grupos humanos. Este pensamiento crítico puede desaparecer (aunque en realidad no lo creo) si no se estimula para el conocimiento de las Humanidades.
      Das la fórmula para aunar esta materia con la Ciencia-tan prestigiosa en estos últimos siglos- pero que parte de su legado es como tú dices, dominar la naturaleza que se supone al servicio del hombre.
      Humanidades, Ciencia, Naturaleza, Hombre. ¿Cómo se puede aunar estos elementos? ¿Propones una reforma del entendimiento para acercarlo a las nuevas realidades? Pues habrá que aplicarse El Discurso del Método de Descartes…¡Y ni aún así!
      Pues dime si he interpretado bien tu escrito y mil gracias por esta participación tan generosa en todos los aspecto.
      Abrazo, amiga.
      Y no te preocupes por la extensión, estoy haciendo otro blog con tus comentarios...jejee

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  5. En verdad que las Humanidades están por los suelos. No solamente no existen ofertas para trabajar, sino que la juventud poco sabe de ello. Ya no hay Latín y/o Griego. Filología no interesa, o interesa poco. Pero la verdad, es que Humanidades es la única vía para conocer/se mejor, aprender de la Historia y sopesar que está ocurriendo en este siglo XXI (que no me gusta nada)

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    1. Bueno prima, seas bienvenida con tu comentario. Hecho en falta tu opinión, así que hoy estoy contenta. Y cómo no ibas a saltar con las Humanidades. Es una pena que estén en declive, pero soy optimista y espero que muchos jóvenes se den cuenta de lo que estas materias pueden aportar, no ya a su vida laboral sino a la personal e íntima. Espero verlo.
      Un abrazo muy fuerte.

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