En la provincia de Cádiz, existen numerosos parques naturales. Uno de ellos es el de la Breña y Marismas de Barbate. Comprende los montes de Breña Alta y
Baja, las Dunas de Barbate, las Marismas del río y una franja marina paralela a
la costa. Se considera un parque marítimo y terrestre.Tiene 5077 hectáreas en total. Declarado parque protegido en 1989, fue ampliando hasta el 2005 con los montes Peña Cortada y la Marisma. Posee terrenos forestales, acantilados,
marismas, franja marina. Todo ello con una vegetación característica de los
diferentes ecosistemas que alberga.
El Parque queda descrito de la
siguiente manera: “Los parques son áreas
naturales, poco transformadas por la explotación u ocupación humana que, en
razón a la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o
la singularidad de su flora, de su fauna o de sus formaciones geomorfológicas;
poseen unos valores ecológicos, estéticos educativos y científicos, cuya
conservación merece una atención preferente….”
Dentro
del parque se prohíbe toda acción que atente contra el hábitat natural o altere el desenvolvimiento de su fauna en el
interior de su espacio.
El parque natural y el acantilado de Barbate
crecieron gracias a una reforestación realizada a final del siglo XIX con el
fin de retener tierras arenosas y secas.
Se llega por la carretera local, dirección a Caños de Meca, donde existe una explanada para aparcamiento y un sendero de unos 9 Km de longitud
que llega hasta Los Caños a través de un hermoso pinar y un paisaje marino
impresionante. Durante el recorrido comprobamos la vegetación compuesta de
pinos piñoneros y matorral mediterráneo. El olor que
proporciona el enebro la jara, romero y lavanda junto al aroma marino inunda nuestros pulmones. La vista acompaña...
Hacia mitad de camino encontramos la Torre del Tajo, de unos 13m. de altura que data del siglo XVI, construida para vigilar las incursiones de los piratas turcos y berberiscos. La torre se conectaba visualmente con otras por todo el territorio, que mediante señales de humo o luminosas se avisaban del peligro constituyendo un sistema defensivo muy eficaz.
Ya en el final del trayecto y en un punto concreto se nos presenta una imagen impresionante del tómbolo de Trafalgar y su faro, declarado monumento natural. Representa un valor histórico por la batalla ocurrida en ese mismo lugar cuyos restos aún yacen bajo el mar.
Para llegar al islote es necesario pasar por Caños de Meca, una maravillosa playa protegida por un promontorio de los que brotan caños y vegetación. De ahí su nombre. Desde la playa de Caños observaremos el acantilado de Barbate por un lado y el Faro de Trafalgar por el otro. Dependiendo del tiempo, sol o nublado y la época del año, el color varía en diferentes tonalidades, pero el entorno es siempre impresionante