Fue en 1627 cuando Felipe IV
convoca un concurso de pintura con el tema de La expulsión de los moriscos. A este certamen se presentan varios artistas,
entre ellos Velázquez y el que hasta entonces era pintor de cámara del rey,
Vicente Carducho.
El concurso lo gana Velázquez, a pesar de ser Carducho la personalidad más influyente de la
escuela madrileña. Para colmo, el rey nombra al ganador ujier de cámara.
El enfrentamiento artístico entre
ambos estaba servido. Carducho para desquitarse, escribe en contra de ciertos
pintores naturalistas, entre los que se encuentra Velázquez. Todo ello lo
refleja en su obra “Diálogos de la
Pintura”.


Es una especie de anti-firma, pues es una ostentación de
la voluntad del pintor de no especificar su nombre.
Este es otro de los relatos históricos que se han pedido como tarea para el curso virtual de Barroco y Renacimiento, que en estos días ha terminado. Desde aquí os lo recomiendo.