Nada de lo que hacemos o decimos se pierde en el vacío. El aire está lleno del pensamiento de todos. Almafuerte. (1854-1917)

martes, 6 de noviembre de 2012

Aprender siempre

Te voy a hacer esta confidencia: estoy asistiendo a las explicaciones de un filósofo y, por cierto, llevo ya cinco días asistiendo a su escuela y oigo sus explicaciones desde la hora octava. Dirás: “¡A buena edad!”. ¿Por qué no es buena? ¿Es que hay algo más estúpido que no aprender porque durante largo tiempo no has aprendido? ¿Qué voy a hacer lo mismo que los jóvenes? Bien me va si esto es lo único que desentona con mi edad. ¿Debo enrojecer por acudir junto a un filósofo?
Uno debe aprender mientras haya algo que ignore; si hace caso al proverbio: mientras viva. Yo, con todo también enseño allí algo. ¿Quieres saber qué enseño? Que incluso el viejo debe aprender…
A nadie le ha venido el saber por azar. El dinero vendrá de por sí, el honor te será ofrecido, la influencia y la dignidad quizás te la impongan; pero la virtud no te vendrá sin más ni más. Y, por supuesto, el conocimiento no se adquiere ni con escaso trabajo ni con pequeño esfuerzo, pero resulta trabajar poco para quien va a dominar todos los bienes. En efecto, el único bien es la honestidad…”El bien no existe sin la honestidad”.

La honestidad para Séneca consiste en tener un juicio verdadero y estable que confiera claridad a nuestras ideas. Se adquiere a través de la reflexión y permitirá elaborar juicios que nos sean de ayuda en nuestro proyecto de vida, sin ser afectados por las modas, la opinión de los demás ni las circunstancias adversas. Esta actitud nos permitirá ser nosotros mismos y extraer lo mejor de cuanto nos suceda o nos rodee.

El texto en cursiva lo refiere Séneca  en  Epistolas a Lucilio (Epist, 76, 1-6). Se lo dedico a todas las personas que no pierden el entusiasmo por aprender y que día tras día realizan un trabajo de superación personal cumpliendo con sus obligaciones y dejando tiempo para su propia formación. No caigáis en el abatimiento. Como dice Séneca, el aprendizaje es duro pero la dicha de conseguir lo que se desea compensa enormemente.